
Suena el teléfono una y otra vez. Hace tiempo que no me interesan las felicitaciones. Pero esta vez el sonido es diferente. Lo presiento. Es tu voz. ¿Cómo te ibas a olvidar? Tu risa alegre me lleva a mis recuerdos, que son los tuyos. Dices que me añoras. Que a pesar del tiempo transcurrido, guardas en tu memoria todos los momentos dulces que te di. Guardas en tu corazón el amor que te ofrecí. Que, a pesar de la distancia, me sigues queriendo.
Hoy, que estoy entrando en un nuevo año de mi larga vida, prefiero creerte. Aunque en el fondo de mi corazón sepa que tu alegría ya no es para mi. Que tus besos los entregas a otro, que tu vida la compartes con otro.
Hoy, que empiezo mi cuenta atrás particular en esto de vivir, prefiero creerte. Escucho tus palabras susurrándome al oído. Veo tu cuerpo entregándote al mío. Imagino tus caricias en mi piel. Siento mis brazos rodeando tu desnudez. Deseo tus besos donde quiera que estés.
Y yo te respondo ilusionado que no me olvido de tu querer. Que mi vida está vacía sin ti. Que en mi mente sólo existen los silencios. Que el sol ya no brilla cada día. Que simplemente agonizo. Que tampoco puedo dejar de quererte. En la distancia, pero quererte. Siempre quererte.
Hoy, que estoy entrando en un nuevo año de mi larga vida, prefiero creerte. Aunque en el fondo de mi corazón sepa que tu alegría ya no es para mi. Que tus besos los entregas a otro, que tu vida la compartes con otro.
Hoy, que empiezo mi cuenta atrás particular en esto de vivir, prefiero creerte. Escucho tus palabras susurrándome al oído. Veo tu cuerpo entregándote al mío. Imagino tus caricias en mi piel. Siento mis brazos rodeando tu desnudez. Deseo tus besos donde quiera que estés.
Y yo te respondo ilusionado que no me olvido de tu querer. Que mi vida está vacía sin ti. Que en mi mente sólo existen los silencios. Que el sol ya no brilla cada día. Que simplemente agonizo. Que tampoco puedo dejar de quererte. En la distancia, pero quererte. Siempre quererte.